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20.07.2013

NUEVA YORK (Uypress) – Con la firma del arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, que fuera el encargado de diseñar el Aeropuerto de Carrasco, se inaugurará en 2015, en Manhattan, el edificio 432 Park Avenue, de 425 metros de altura y 96 pisos.

Rafael Viñoly, el arquitecto uruguayo nacido en 1944 y radicado en Estados Unidos desde 1979, es el responsable, con su estudio, del lujoso edificio ubicado en el 432 de Park Avenue, que quedará inaugurado en 2015.

El predio, que llevará el nombre de su dirección, cambiará completamente la "línea del cielo" de Nueva York. Ubicado en la isla de Manhattan, tendrá 96 pisos y 425 metros de altura, convirtiéndose en el edificio más alto de América. Las espectaculares vistas abarcarán toda la ciudad.

La torre destaca por ser cuadrada y delgada, algo que no es habitual en la mayoría de los rascacielos neoyorquinos.

El edificio de Viñoly superará los edificios de oficinas que hasta ahora habían coronado el cielo de Manhattan: la Torre de la Libertad, que se construye en la zona donde estuvieron las Torres Gemelas y que alcanzará 541 metros, pero 417 metros sin su aguja; y el icónico Empire State que logra los 443 metros, aunque solo 318 metros sin su aguja.

"El hecho de que sea alto no es particularmente importante. Uno de los aspectos más importantes de nuestro éxito es sentir la sensación de que hemos conseguido un logro en cada proyecto", afirmó el arquitecto, nacido en Montevideo.

Según explicó, el proceso de diseño no se basó en la creación de un edificio "súper alto" sino que fue el resultado de intentar crear una construcción "lo más eficiente posible".

"La exclusividad es lo que me vino a la mente inmediatamente", confesó el arquitecto, ya que cuando lo diseñó pensó "en un tipo de riqueza que ni siquiera se conoce, de la que no se lee en los periódicos".

Los enormes ventanales, los altos techos, los grandes espacios y un sistema de ascensor que da acceso privado a cada apartamento son las principales características de estas lujosas casas que superan en altura a los rascacielos más emblemáticos de la ciudad.

Los precios de los apartamentos van de los 7 a los 95 millones de dólares de los grandes áticos. Desde marzo, en que se lanzó el proyecto, ya se han recaudado más de 1.000 millones de dólares.

Entre estos compradores de lujo predominan los estadounidenses, aunque también figuran clientes de América Latina, Oriente Medio, Reino Unido, China y Rusia.

La trayectoria profesional de Viñoly empezó en 1964 cuando fundó en Buenos Aires uno de los estudios de diseño más importantes de Latinoamérica y años más tarde, en 1979, se estableció en EEUU. Ahora el uruguayo y su equipo están inmersos en nuevos proyectos, como el de una casa en Malibú, un edificio de oficinas en Shanghai, un prototipo de vivienda en un barrio pobre de Buenos Aires y un aeropuerto en Arabia Saudí.

dfp