En Budapest
Falleció el Nobel de Literatura Imre Kertész
31.03.2016
BUDAPEST (Uypress) – Falleció este jueves, a los 86 años, el Premio Nobel de Literatura 2002 Imre Kertész.
En su ciudad natal, Budapest, falleció este jueves 31, a los 86 años, el escritor húngaro, Premio Nobel de Literatura en 2002, Imre Kertész.
"Aun cuando hable de otra cosa, hablo de Auschwitz, soy un médium del espíritu de Auschwitz, Auschwitz habla a través de mí", escribió Kertész en Diario de la galera. El escritor húngaro sobrevivió siendo adolescente al campo de exterminio nazi.
Kertész nació el 9 de noviembre de 1929 en el seno de una familia judía de Budapest. En 1944 fue deportado a Auschwitz y de ahí a Buchenwald, de donde lo liberaron las tropas estadounidenses en mayo de 1945.
En las décadas siguientes trabajó como periodista, autor de comedias teatrales y traductor de autores como Nietzsche y Wittgenstein. Pero no pudo liberarse de los recuerdos de los campos de concentración nazis y entre 1960 y 1973 trabajó sin descanso en su obra fundamental, Sin destino.
El libro describe el paso de un joven de 15 años por los campos de concentración. Se relata el trauma del protagonista, György Köves, que llega a interiorizar tanto el "orden" del campo que incluso consigue experimentar "felicidad", según dice Gregor Mayer, de la agencia DPA.
A Sin destino siguieron Fiasco, Kaddish por el hijo no nacido y Liquidación, relacionadas con su obra maestra. Y aunque la prosa narrativa de Kertész volviese una y otra vez a Auschwitz, el resultado está muy alejado de una monótona literatura de la consternación.
El tema del Holocausto estaba unido a demasiados tabúes bajo el gobierno comunista húngaro, como por ejemplo la cuestión del pacto Hitler-Stalin y el antisemitismo latente en la Unión Soviética. La propia sociedad húngara se resistía a revisar el pasado, en el que se había registrado la deportación de 600.000 húngaros judíos a los campos de concentración por orden de las autoridades locales aliadas con los nazis. En la época comunista tampoco se llevó a cabo una discusión abierta sobre el pasado.
Tras la transición a la democracia de 1989, Kertész siguió teniendo una relación complicada con su país natal. Le preocupaban el creciente nacionalismo y antisemitismo. Siguió evitándose hacer un análisis crítico sobre el pasado relacionado con el Holocausto y la represión se convirtió en una razón de Estado sobre todo bajo los gobiernos de derecha.
Cuando en 2002 Kertész se convirtió en el primer húngaro en recibir el Premino Nobel de Literatura, los medios de comunicación públicos se mostraron despectivos. Mucha gente de derecha le consideraba un traidor por sus críticas a la situación en Hungría.
El dinero recibido por el Nobel le permitió instalarse en Berlín. Pero las etiquetas con las que inevitablemente se le clasificó tras la concesión del galardón le afectaron profundamente. "Me convertí en una sociedad anónima, en una marca. En la marca Kertész", lamentó en una entrevista con el semanario alemán "Die Zeit".
En 2014 recibió la Orden de San Esteban, una condecoración que data de la época del dictador Miklós Horthy, responsable de que Kertész y otros judíos húngaros fueran deportados a Auschwitz, y que Orban recuperó en 2012 como el mayor reconocimiento del Estado.
A muchos admiradores del escritor los decepcionó que éste se prestase a legitimar esa decisión de Orban, a quien consideran antidemocrático y acusan de minimizar el Holocausto.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias