La memoria del Holocausto

Falleció el Nobel de la Paz Elie Wiesel

04.07.2016

NUEVA YORK (Uypress) – Falleció este sábado a los 87 años Elie Wiesel, Premio Nobel de la Paz en 1986, sobreviviente de los campos de exterminio de Auschwitz y Buchenwald y comprometido defensor de las causas en pro de los derechos humanos.

 

Falleció este sábado en su residencia en Nueva York Elie Wiesel, sobreviviente del Holocausto y una de las principales voces de su memoria, así como de la defensa de los derechos humanos.

Había nacido en 1928 en Sighet, Transilvania. A los 15 años, fue trasladado con toda su familia por los nazis al campo de concentración de Auschwitz, donde murieron su madre y su hermana pequeña. Sus dos hermanas mayores sobrevivieron. Después, él y su padre, Shlomo, fueron trasladados al campo de Buchenwald, donde Shlomo murió  poco antes de la liberación en abril de 1945. El número de identificación como prisionero que llevó tatuado en el brazo toda su vida era A-7713.

Tras la guerra, se formó en París como periodista. No habló del Holocausto durante una década. Acabaría escribiendo decenas de ensayos y novelas, entre los que destaca su trilogía sobre la experiencia en los campos de concentración. El primero de esos libros, La Noche (1955), ha sido traducido a más de 30 idiomas, según la Fundación Eli Wiesel para la Humanidad, organización que fundó junto a su esposa y que presidía. "Olvidar a los muertos es lo mismo que matarlos por segunda vez", era la idea central de aquel libro y la que guió su vida. En él relata su vergüenza por permanecer en silencio tumbado en el catre mientras su padre era golpeado.

Wiesel dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos, a mantener viva la memoria del Holocausto a través de la educación y a la apasionada defensa del Estado de Israel. Entre las causas que apoyó  su Fundación estuvieron la defensa de los judíos de la antigua URSS, los desaparecidos de la dictadura argentina, los refugiados de Camboya, los kurdos o la lucha contra el apartheid de Sudáfrica, explica la Fundación.

Nunca olvidaré esa noche, la primera noche en el campo, la cual convirtió mi vida en una larga noche, siete veces maldecida y siete veces sellada. Nunca olvidaré aquel humo. Nunca olvidaré las caras pequeñas de los niños, cuyos cuerpos vi convertirse en espiral de humo bajo un silencioso cielo azul. Nunca olvidaré estas llamas que consumieron para siempre mi fe. Nunca olvidaré ese silencio nocturno el cual me privó, para toda la eternidad, del deseo de vivir. Nunca olvidaré aquellos momentos en los cuales asesinaron a mi Dios y mi alma y convirtieron mis sueños en polvo. Nunca olvidaré estas cosas, aunque esté condenado a vivir tanto como Dios mismo. Nunca. Tomado de Elie Wiesel, Night (Nueva York: Bantam, 1982), pág. 32.

 

 

Derechos Humanos
2016-07-04T09:06:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias