Graban el sonido de Pando, una colonia de 47 mil álamos temblones, el mayor ser vivo del planeta
18.09.2024
UTAH (Uypress)- Con sus 6.000 toneladas de peso y 43,6 hectáreas de extensión, la colonia clonal Pando, formada por unos 47.000 álamos temblones conectados a través de sus raíces en el Bosque Nacional de Fishlake (Utah, EE. UU.) es el mayor organismo del mundo en tierra firme.
Esta particularidad ha atraído la atención sobre Pando desde su descubrimiento en 1976, motivando todo tipo de estudios e investigaciones al respecto sobre su naturaleza y características. De todas ellas, una de las más curiosas tuvo lugar hace dos años, y se centró en identificar y grabar cómo suena la gigantesca colonia.
El registro -que puedes escuchar en este enlace- se produjo durante una tormenta eléctrica en julio de 2022, al colocarse un hidrófono en contacto con las raíces de uno de los árboles que conforman Pando.
«Comparamos los sonidos audibles de las hojas con grabaciones de hidrófonos realizadas en conexión con el sistema de raíces del árbol. Este paisaje sonoro dual muestra que el movimiento de las hojas provoca vibraciones que pasan por todo el organismo, desde sus ramas hasta su base. Las grabaciones sugieren que el enorme sistema de raíces interconectado del bosque es muy resonante y tiene potencial para futuras grabaciones e investigaciones», escribieron los autores, Jeff Rice y Lance Oditt, al publicar el artículo en el que exponían sus hallazgos en la revista The Journal of the Acoustical Society of America.
«Los hallazgos son tentadores», dijo Oditt, que también es fundador de la asociación Friends of Pando, cuando se presentó el proyecto en 2023. «Aunque comenzó como algo artístico, vimos que tenía un enorme potencial para su uso a nivel científico. El viento, convertido en vibración y recorriendo el sistema de raíces, también podría revelar el funcionamiento interno del vasto sistema hidráulico oculto de Pando de una manera no destructiva».
Para realizar el experimento, el artista sonoro Jeff Rice colocó el hidrófono dentro de un hueco en la base de una rama sin esperar escuchar gran cosa. «Los hidrófonos no sólo necesitan agua para funcionar; también pueden captar vibraciones de superficies como las raíces, y cuando me puse los auriculares, me sorprendí al instante. Algo estaba sucediendo. Había un sonido débil», relató durante la 184ª Reunión de la Sociedad Acústica de América.
Para Rice, los sonidos grabados «son hermosos e interesantes, pero desde un punto de vista práctico pueden utilizarse para documentar la salud de un ecosistema».
Foto: Superficie que abarca la colonia clonal Pando / Lance Oditt
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias