Hay 50% más de vigilantes privados que policías

Informe de Desarrollo Humano: según el PNUD, la inseguridad frena el desarrollo de América Latina

12.11.2013

NUEVA YORK (Uypress) - La inseguridad es un reto compartido y un obstáculo para el desarrollo social y económico en todos los países de América Latina según un nuevo informe del Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD) presentado hoy en su sede en Nueva York.

 

Según el informe dado a conocer en la tarde de este martes en Nueva York, la inseguridad actúa como un freno al desarrollo de América Latina.

Para una reducción duradera de la inseguridad en la región, el Informe Regional de Desarrollo Humano (IDH) 2013-2014 recomienda políticas orientadas hacia la mejora de la calidad de vida de la población, con prevención del delito y la violencia por medio de un crecimiento incluyente, instituciones de seguridad y justicia eficaces, además de medidas para estimular la convivencia social, no alcanzando únicamente con medidas de control de delito.

El Informe de Desarrollo Humano (IDH) "Seguridad Ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina" revela una paradoja: en la última década la región ha sido escenario de dos grandes expansiones, la económica pero también la delictiva.

Es así que pese a las mejoras sociales, la región sigue siendo la más desigual y la más insegura del mundo.

Vulnerabilidades que debilitan el tejido social y sus mecanismos de control

El  informe analiza el fenómeno de la seguridad ciudadana en profundidad, estudiando experiencias exitosas, y proponiendo recomendaciones concretas para mejorar las políticas públicas. La Dirección Regional del PNUD para América Latina y el Caribe ha involucrado a expertos y líderes políticos de alto nivel en la discusión y elaboración del informe, y ha reunido una gran cantidad de datos y análisis los cuales planea seguir mejorando tanto en su alcance como en calidad.

Según los datos, mientras los índices de homicidio disminuyen en otras regiones, el problema ha aumentado en América Latina, que registra más de 100 mil asesinatos cada año, llegando a superar un millón de asesinatos entre 2000-2010. Si bien la tasa de homicidios se ha estabilizado e incluso ha disminuido en algunos países, todavía es alta: en 11 de los 18 países, la tasa es mayor a los 10 asesinatos por cada 100,000 habitantes, nivel considerado epidémico. En todos los países analizados, la percepción de seguridad se ha deteriorado y el robo se ha triplicado en los últimos 25 años, convirtiéndose en el delito que más afecta a los latinoamericanos.

"La seguridad ciudadana es un tema delicado que preocupa a tomadores de decisión y repercute al calor de las campañas electorales," dijo la Administradora del PNUD, Helen Clark. "Es un tema crucial para varias regiones, incluso América Latina y el Caribe, porque sin paz no puede haber desarrollo, y sin desarrollo no puede haber una paz duradera."

"No hay una solución mágica para la inseguridad ciudadana en América Latina, pero este grave problema sí tiene remedio y requiere visión y voluntad política de largo plazo," dijo el Subsecretario General de la ONU y Director del PNUD para América Latina y el Caribe, Heraldo Muñoz, que fuera entrevistado en exclusiva por Uypress en ocasión de su visita a Montevideo el mes pasado.

"Se requiere, en cada país,  un Acuerdo Nacional por la Seguridad Ciudadana entre gobierno, partidos políticos y sociedad civil, de modo que la seguridad no se vea politizada y se transforme en una política de Estado", agregó Muñoz.

 

Las amenazas

La realidad de la inseguridad llevó al PNUD a dedicar su Informe Regional de Desarrollo Humano para América Latina 2013-14 al desafío de garantizar la seguridad ciudadana. "Seguridad Ciudadana con Rostro Humano: Diagnóstico y propuestas para América Latina" evidencia los problemas de la delincuencia y la violencia en la región, y ofrece importantes recomendaciones para mejorar las políticas públicas sobre seguridad ciudadana. El informe tiene como antecedentes el Informe de Desarrollo Humano para Centroamérica del PNUD, "Abrir espacios para la seguridad ciudadana y el desarrollo humano", lanzado en el 2009, y el Informe de Desarrollo Humano del Caribe, "Desarrollo Humano y el cambio hacia una mejor seguridad ciudadana", del 2012.

Las seis amenazas principales

El estudio se concentra en seis amenazas principales que se entrecruzan e impactan negativamente a la región: el delito callejero;  la violencia y el delito ejercido en contra y por los jóvenes; la violencia de género; la corrupción (la apropiación indebida de los bienes públicos, cuya provisión es responsabilidad del Estado); la violencia por parte de actores estatales y la delincuencia organizada.

"Si bien algunas amenazas-como la delincuencia organizada, y especialmente el narcotráfico- suelen ser utilizadas para explicar la inseguridad, las dinámicas regionales, nacionales y locales son mucho más diversas", explica el principal autor del IDH, Rafael Fernández de Castro. "Incluso, muchas se originan y se manifiestan en el ámbito local."

Una de las principales lecciones aprendidas en la región es que las políticas de "mano dura" no funcionan: la fuerte represión  policial y penal a menudo ha coincidido con altos índices de criminalidad, dice el informe. Las experiencias analizadas confirman que un enfoque que proteja los derechos a una vida digna y la integridad física y material es la base de la seguridad ciudadana, que es un bien público al cual todas las personas deben tener acceso y, como tal, su provisión es responsabilidad del Estado, resalta el IDH.

 

Algunos datos de la región: Uruguay con el menor porcentaje de población en la pobreza

Según los datos del estudio, la mayoría de los países de la región presentó una mejoría sensible en sus indicadores económicos, con una reducción importante -en general- de la pobreza.

De acuerdo al estudio, y según datos de 2010, Uruguay es el país que presenta el menor porcentaje de su población en situación de pobreza (8,4%). Lo siguen Argentina (8,6%) y Chile (11,6%). El país con mayor índice de su población en situación de pobreza es Honduras, con el 67,4%.

De acuerdo al PNUD también se produjo un aumento de las tasas de criminalidad. Medida en relación a cada 100.000 habitantes, la tasa de robos en nuestro país alcanza a los 410,5, un valor muy similar al que registra Chile y por debajo del de México. En cuanto a los homicidios cada 100.000 habitantes, en nuestro país el número trepa a 6,1, mientras que en Chile el valor es bastante inferior: 2.

Resumiendo los parámetros anteriores en una tasa de cambio de los últimos años, Uruguay registró una disminución de la pobreza del 8,76%, mientras que sufrió un incremento del 12,7% en el número de robos y del 1,17% en la cantidad de homicidios.

Se ha tratado de correlacionar los incrementos de la actividad delictiva con la incapacidad del sistema educativo de retener alumnos. Según datos de la CEPAL correspondientes a 2010 respecto a las tasas de matrícula por nivel escolar, nuestro país está en el tope superior en lo que respecta a Primaria, con casi 100% de matrícula. Registra también un valor muy elevado de matrícula en el nivel terciario, solo superado por Venezuela y Argentina, pero sin embargo en lo que refiere a la matrícula en enseñanza secundaria es superado por 8 países.

Otro de los elementos que se analizó en el estudio del PNUD fue la cantidad de armas de fuego en manos de la población civil. Nuestro país tiene registrados legalmente, con datos del año 2010, 450.000 armas de fuego en manos de civiles. Argentina, con 10 veces nuestra población, tiene registradas legalmente 1.240.000 armas, también en base a datos de 2010, mientras que en Brasil alcanzan a 3.155.000 (datos de 20043). Los datos indican un porcentaje muy elevado de armas registradas legalmente en nuestro país respecto a la población, si se compara con otros países.

Sin embargo, a la hora de ver el porcentaje de víctimas de robos con armas de fuego, los valores de Uruguay son de los más bajos de la región: 10,1%. Solo Chile presenta valores más bajos (8,1%), mientras que Argentina registra un 28,7%; Brasil un 39,8%; Venezuela un 50% y Honduras un 50,4%.

 

 Mapa de la inseguridad

Mientras que en la mayoría de los países de América Latina la pobreza y la desigualdad disminuyeron en el periodo de 2004-2010, en más de la mitad de los países analizados la tasa de homicidio aumentó, incluso en aquellos países con menores niveles de pobreza. Además, uno de cada tres latinoamericanos señaló haber sido víctima de un delito con violencia en el año 2012, revela el informe del PNUD.

Tasa de homicidio doloso por 100.000 habitantes en América Latina (último año disponible)

El aumento de las expectativas de consumo y relativa falta de movilidad social en la región impulsan lo que se denomina un "delito aspiracional", dice el IDH. Además, las transformaciones causadas por el crecimiento urbano acelerado y desordenado, así como los cambios en la estructura familiar y deficiencias en el sistema escolar han generado condiciones que inciden en la criminalidad. El porte de armas de fuego, el consumo de alcohol y el tráfico de drogas, sin ser sus causales, también impulsan el delito según el estudio, que señala que "las capacidades de los Estados latinoamericanos no han estado a la altura del desafío de la inseguridad: la corrupción y la impunidad, así como la falta de proporcionalidad en las sanciones, han mermado su efectividad y legitimidad."

El informe revela una correlación directa entre el crecimiento urbano y el delito: la mayoría de los países que tuvieron un crecimiento de la población urbana superior al 2% anual (el crecimiento demográfico natural), también tuvieron incrementos en las tasas de homicidio, con la excepción de Colombia y Paraguay. "El problema no es el tamaño de la ciudad, sino la capacidad institucional para incorporar a los sectores que se encuentran en los barrios en condiciones de marginalidad", señala el IDH.

Los jóvenes, principalmente los varones, son los más afectados por la criminalidad y la violencia y, a la vez, son los responsables más comunes de la violencia y los delitos, según el informe, que también hace un llamado para evitar la criminalización y estigmatización de los jóvenes, particularmente los de bajos ingresos. El Salvador (92.3), Colombia (73.4), Venezuela (64.2), Guatemala (55.4) y Brasil (51.6) tienen las cinco tasas de homicidio juvenil más altas del mundo (por 100,000 jóvenes), según datos de la Organización Mundial de la Salud, del 2011.

El estudio del PNUD destaca la violencia de género como una amenaza persistente y un obstáculo para el desarrollo humano, la salud pública y los derechos humanos en la región. Los registros de violencia intrafamiliar, violaciones y asesinatos de mujeres (feminicidio) han aumentado en casi todos los países. De los internos que habían cometido delitos sexuales entre el 75% y el 90% declararon conocer a sus víctimas antes del delito y entre el 20% y el 40% eran sus familiares, según el informe. 

 

Percepción de inseguridad

El IDH regional muestra que en todos los casos analizados es mayor la percepción de inseguridad que la victimización directa. Cinco de cada 10 latinoamericanos perciben que la seguridad en el país se ha deteriorado. Pero en Honduras, por ejemplo, que tiene la mayor tasa de homicidios del mundo (86.5 por 100,000 habitantes), ocho de cada 10 ciudadanos se sienten seguros en sus barrios, siguiendo el promedio regional. En contraste, en Chile, el país con menores tasas de homicidio de la región (2 por 100,000 habitantes) y niveles bajos de victimización por robo, la percepción de seguridad es menor que en Honduras: siete de cada 10 ciudadanos se sienten seguros en su barrio.

El informe resalta que la inseguridad impacta en al menos tres dimensiones del desarrollo humano: a la persona, a la cohesión social y a las instituciones democráticas. También afecta el potencial económico de la región: sin el exceso de muertes por homicidios el Producto Interno Bruto (PIB) de la región hubiese sido superior en un 0,5%, lo que equivaldría a una ganancia potencial de más de US$24 mil millones de dólares en el 2009. Además, América Latina perdió 331 millones de años de vida en el año 2009 considerando la pérdida en la expectativa de vida, el tamaño de la población regional y teniendo en cuenta las tasas de homicidio para 15 países, señala el IDH.

Asimismo, un estudio del PNUD y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el informe analizó los costos de la delincuencia y los niveles de  victimización en cinco países y reveló que Honduras experimenta los más altos costos con el delito y la violencia en porcentaje de su PIB en el 2010 (10.54%, equivalente a 1.669 millones de dólares), alcanzando en  Uruguay  al 3%, o cerca de 1.165 millones de dólares.

Distribución de las víctimas de homicidio según edad y sexo en América Latina (1996 - 2009)

 

Hay 50% más de vigilantes privados que policías

El IDH resalta que reformar las instituciones básicas de la cadena de justicia-policía, jueces, ministerio público y cárceles-es esencial para responder a la inseguridad ciudadana, con énfasis en reestructurar los procesos de contratación, administración y profesionalización de los funcionarios para lograr una seguridad ciudadana efectiva y respetuosa de los derechos humanos. El estudio analizó la proporción de policías y de jueces en distintos países y realizó encuestas que revelaron bajos niveles de confianza de los ciudadanos en el sistema de justicia criminal. Excepto Nicaragua y Panamá, más de la mitad de los latinoamericanos expresaron poca o ninguna confianza en que los tribunales actuarían de manera confiable en el caso de ser víctimas de un robo o asalto. 

Según el estudio del PNUD el sistema penitenciario está en crisis en prácticamente todos los países de la región, con distintas intensidades.

El informe resalta la importancia de la respuesta de "actores no estatales", incluso de los movimientos sociales, y de la cooperación internacional, a nivel regional y con organismos internacionales. Sin embargo, enfatiza que debido a la creciente percepción de inseguridad, a la expansión de las clases medias y al "adelgazamiento" del Estado, la contratación de vigilantes privados ha crecido en América Latina a una tasa estimada del 10% anual. La región tiene hoy casi 50% más vigilantes privados (3.811.302) que agentes de policía (2.616.753), siendo los agentes de seguridad privada de la región los más armados del mundo, con una tasa de posesión de armas por empleado diez veces mayor que la de Europa occidental. Este fenómeno aumenta la desigualdad de la población en términos de capacidad de lidiar con el delito, dice el IDH.

 

Recomendaciones

El IDH regional subraya que los esfuerzos para mejorar la seguridad ciudadana  deben de tener en cuenta las necesidades y demandas específicas de los jóvenes y las mujeres.

El estudio ofrece 10 recomendaciones  basadas en las lecciones aprendidas de la región: 1. Alinear los esfuerzos nacionales para reducir el delito y la violencia, incluyendo un Acuerdo Nacional por la Seguridad Ciudadana como política de Estado; 2. Generar políticas públicas orientadas a proteger a las personas más afectadas por la violencia y el delito; 3. Prevenir la delincuencia y la violencia impulsando un crecimiento incluyente, equitativo y con calidad; 4. Disminuir la impunidad fortaleciendo las instituciones de seguridad y justicia con apego a los derechos humanos; 5.  Potenciar la participación activa de la sociedad, especialmente las comunidades locales, en la construcción de la seguridad ciudadana; 6. Incrementar las oportunidades reales de desarrollo humano para los jóvenes; 7. Atender y prevenir de modo integral la violencia de género en el espacio doméstico-privado y en el ámbito público; 8; Salvaguardar activamente los derechos de las víctimas; 9. Regular y reducir los disparadores del delito, tales como alcohol, drogas y armas, desde una perspectiva integral y de salud pública y 10. Fortalecer los mecanismos de coordinación y evaluación de la cooperación internacional.

El IDH regional concentra su análisis en 18 países de la región: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

 

Ver entrevista a Heraldo Muñoz:

Ex presidente del Consejo de Seguridad de la ONU: "Es urgente dejar de lado manipular la inseguridad como un instrumento de la batalla política"

 

dfp


Coberturas Especiales
2013-11-12T16:53:00

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