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MONTEVIDEO, 5 Abr (UYPRESS)- El mate es un clásico dentro de la buena vida, para los uruguayos es una costumbre tan incorporada que ya no somos concientes de la importancia que tiene este compañero en nuestro día tras día.

Y remontándonos a sus orígenes, el mate es un sustantivo que proviene del quechua “mati”, que significa vaso o recipiente para beber,  la infusión preparada con hojas de yerba mate planta originaria de las cuencas de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay.

Las yerba mate, son las hojas previamente secadas cortadas y molidas, y el sabor amargo proviene del tanino de sus hojas y la espuma blanca y humeante que se genera al cebar,  producto de un mate bien cebado.

Cuando se utiliza un  mate nuevo primero hay que curarlo para sacarle la membrana que recubre en interior. Entonces se debe llenar de yerba usada que se cambia día a día o humedecer las paredes con un bebida fuerte como whisky , caña o ginebra y dejarlo reposar por dos o tres días hasta que absorba el líquido, este es lo que se conoce como curar el mate.

Otro elemento clave es la bombilla. Tiene que ser de alpaca y de una sola pieza. Aunque en los últimos tiempos las de acero inoxidable son las que han resultado mejor, para su limpieza y mantenimiento, se encuentran en venta sólo en las talabarterías. Las de plata muy bonitas, como las de alpaca sino son lavadas correctamente y utilizadas en forma frecuente incorporan un gusto a metal desagradable.

Algunos secretos a la hora de prepararlo: se debe llenar con yerba dos tercios del mate. Después tapar la boca del mate con la palma de la mano, darlo vuelta y sacudirlo para secar el polvillo.

La yerba no debe ser totalmente mojada, primero se echa un chorro de agua fría contra el borde del mate para que la yerba hinche, y luego de unos minutos un chorro caliente no hirviendo.

Luego se incrusta la bombilla no en el centro del mate sino más bien próximo al borde, en la parte húmeda tapando el orificio con el dedo para hacer vacío y evitar que la yerba seca entre por los agujeritos. Esta es  la clave para que no se tape. También hay que hacer una pequeña palanca al meter la bombilla para levantar la yerba que quedó abajo.

El acto de agregar agua a la infusión se denomina "cebar mate" y es toda una ciencia, el agua no debe de hervir, cuando la caldera comienza a chiflar se debe apagar, ese es el punto justo de temperatura, si el agua hierve quema la yerba. Aunque cueste creerlo el mate puede variar su gusto dependiendo de la forma en que se lo cebe, esta es la clave para que sepa rico por más rato y no se “lave”, es decir sólo se sienta gusto a agua caliente.

Como ocurre  con el té, el café o el chocolate, el mate posee un efecto estimulante debido a la cafeína -sinónimo "mateína"- que contiene. Muchas veces para neutralizar el efecto de la cafeína que produce acidez a las yerbas se le agregan otras yerbas digestivas que regulan la función hepática y otras son sedantes.

El uruguayo es tomador de mate amargo, no le hablen de endulzarlo, es casi un sacrilegio.

El tomar mate, tiene la ventaja de permitir ingerir grandes cantidades de agua, al matear depuramos el organismo, pues cada infusión posee efectos antioxidantes.

Existen varios tipos de mate, el clásico el de calabaza, que  puede ser adornado con incrustaciones de metal, forrado en cuero, o simplemente la calabaza secada. Ya no tan comunes los hay de metal loza o porcelana, pero para el verdadero tomador de mate el sabor de la calabaza es incomparable.

Otro elemento importante es no olvidar que la bombilla no es una palanca de cambios, requiere de suaves movimientos para que cuando cebemos parte de la yerba se mantenga seca y no inundar el mate de agua, y convertirlo así en una piscina.

Tampoco olvidar que cuando se bebe el mate al absorber el agua se debe emitir su “ruido característico” de que fue bebido a fondo, sino hay que aprender a tomarlo, hasta el final.

Finalmente, el mate es gran amigo, compañero, que se toma en rueda o sólo pero siempre es una excelente compañía, sobretodo en la mañana temprano y en la tardecita.