UY Press - Agencia uruguaya de noticias

12.03.2023

MONTEVIDEO (Uypress/José W. Legaspi)- A las 21 horas del sábado 11 de marzo asistí al recital de Jorge Alastra y Gustavo Goldman, “Pavana Criolla”, en la sala Hugo Balzo del auditorio del Sodre, “espectáculo de laúd y guitarra”, según anunciaban ambos artistas. 

Debo aclarar algo fundamental. No soy músico (salvo mi relación con el triángulo en las clases de música del jardín de Infantes del Club Banco República, allá por fines de los 60). Así que si usted, amable lector, aguarda un sesudo análisis de la armonía, la melodía y el ritmo, o del desempeño del maestro Gustavo Goldman en el laúd, o de Jorge Alastra en la guitarra, puede huir rápidamente a otra nota de este portal. 

No podré satisfacer esa necesidad.

Puesto en aviso, permítame, además, confesar que llegué a la sala Hugo Balzo sin ningún tipo de expectativas, dado el repertorio que recorrería el dúo, desarrollado previamente en nota de promoción del espectáculo, donde advertían "del intento de unir la música renacentista con la tradicional", propuesta que parecía, a priori, temeraria o "algo imaginativa" por ser cortés.

Cómodamente sentado aguardé el inicio, que estuvo a cargo de la mano virtuosa del Maestro Gustavo Goldman desde el laúd... Y desde ese preciso momento hasta el final, más 90 minutos después, me emocioné, deleité y gocé de un espectáculo sencillamente maravilloso.

Sabido es, por propios y extraños, que el laúd es un instrumento de sonidos suaves, dulces y armónicos. El musicólogo Gustavo Goldman, logra que hable y exprese una variada gama de sensaciones, que penetraron en todos los asistentes, provocando desde la primera nota una conexión única.

Pero a continuación irrumpió el notable guitarrista Jorge Alastra que terminó de sellar el encantamiento con los acordes de su guitarra acompañando una voz intimista, exquisita, que logró lo sorprendente e inesperado para quién esto escribe: que algo más de una hora y media de música fuera poco tiempo, y que al terminar hiciera sentir la necesidad de recibir más. 

Créame, querido lector, que no exagero: el laúd de Goldman, la guitarra y la voz de Alastra, la charla de ambos entre temas, el humor y el amor que derraman, aseguran ese resultado.

La "realidad" uruguaya y mundial nos tiene hartos y sumergidos en una rutina pesada, tediosa, que rápidamente nos derrumba en el asco. En lo estrictamente personal, la política nacional e internacional, y su manejo por los grandes medios, que no hacen más que ahondar ese asco, me tiene podrido.

Agréguele a esto que la música actual, de este tiempo, esta hecha de la misma manera, aburrida, tediosa y tan perfectamente hecha que no provoca nada bueno...

Por eso, presenciar y escuchar "Pavana Criolla", un VERDADERO RECITAL DE MÚSICA, pleno de amor, humor y fina ironía, termina siendo un bálsamo que nos saca de la rutina y la realidad para transportarnos al placer de la sensibilidad puesta a prueba. Los artistas, Goldman y Alastra, logran con absoluto éxito tocar todas las cuerdas posibles de esa sensibilidad humana. 

Y eso bien vale todo el tiempo dedicado a presenciar el recital.

"Pavana Criolla" es una maravilla que despliegan dos excelentes músicos. 

Como dijera aquél grandioso crítico, periodista e intelectual uruguayo, Iván "el Turco" Kmaid: "usted no puede, no debe, dejar de verla"